"Un diamante en bruto a orillas del Guadalquivir"
7.5 fingon1982
Sevilla es una gran ciudad, orgullosa de su historia. Tanto es así que se considera una de las mejores ciudades de España. En ella reside un diamante del que algunos sevillanos no se enorgullecen, Isla Mágica.
Reconozcámoslo. PortAventura, Terra Mítica, Isla Mágica, Parque Warner, Tibidabo, Parque de Atracciones de Madrid… Todos conocemos los principales parques de atracciones españoles (habiéndolos o no visitado) y tenemos nuestra idea acerca de ellos. Debo reconocer que Isla Mágica me sorprendió muchísimo más de lo que esperaba, hasta el punto de romper parte del concepto que tenía de este parque.
Sí. Es un parque pequeño que no juega en la liga de los grandes, ni a nivel europeo ni estatal. Es consciente de ello y destaca en varios aspectos de los que otros parques tal vez deberían tomar nota. Y si quisiera, podría llegar a competir con los más grandes.
Como parque temático, consigue que los visitantes se sumerjan casi completamente. Los edificios, la vegetación, los espectáculos… Lástima de los alrededores. Ya en la entrada se puede prever que los edificios de la Expo’92 que rodean el parque van a dar problemas. Y así es. Las dos torres de las que cuelga un logotipo cervecero, el cilindro azul de Canal Sur y el inmenso cubo blanco del pabellón de España destruyen completamente la sensación de estar en la época exploradora cuando uno se asoma, principalmente, en los espacios más abiertos. Por suerte, muchos rincones y según en qué dirección uno mire, cualquiera se olvida del entorno exterior y se deja llevar por el magnífico ambiente parque. Destacan las recreaciones de construcciones reales, que cuentan con su placa explicativa, cosa que se agradece. En ciertas áreas, uno puede tener la sensación de no saber exactamente si ha cambiado de área, ya que hay mucha continuidad entre ellas. Las excepciones serían la entrada, el área infantil y la zona cercana al pabellón de España. Otra cosa que se agradece pero al mismo tiempo molesta a la vista es la instalación de pérgolas para dar sombra a los espacios más amplios y abiertos. La pega es que no están tematizadas ni mantenidas (la vegetación que hay está reseca). Pero en resumen, la tematización es muy buena y ofrece posibilidades de desarrollo que podrían asombrar a muchos.
La oferta de atracciones no es muy abundante pero permite pasar el día y divertirse. Hay variedad, que se agradece, y destacan las atracciones de agua (incluido El Refugio de Morgan) que permiten pasar los días de calor sin preocuparse demasiado. No obstante, se quedan cortas tanto para alargar la estancia como para el público que busca más adrenalina. El parque tiene muchas posibilidades y espacios en los que se podría ubicar alguna novedad interesante, pero a día de hoy este aspecto está desaprovechado.
Los espectáculos son variados y fieles a la temática del parque. Encontramos algunos infantiles, otros cómicos, otros de aventuras… La lástima es que hay pocos pases, aunque bien repartidos durante el día. Viendo “Ni adivina ni ná” y “Piratas Fashion Week” en parte y “Motín: La venganza de Barbanegra” al completo uno ya de hace una idea del buen nivel de los espectáculos, concebidos para encajar en el parque y para pasarlo bien.
En lo referente a la gastronomía, lo primero que sorprende son los precios cuando se comparan con otros parques. Comida a buen precio y de gran calidad. Comida recién hecha, incluso los bocadillos. Desayunar, comer en restaurante de carta y picar algo sale muy bien de precio, pero no hay mucha variedad de puestos de comida en lo que elegir. (Supongo que en temporada alta, la cosa cambiará.)
Qué decir del trato al cliente. Todos los trabajadores del parque ofrecen una grata sonrisa a los clientes y dan un trato muy humilde. De hecho, hablando con ellos da la sensación que no son conscientes de los puntos fuertes y el potencial del parque. Deberían creer más en él. Aún así, nada que reprochar ni en restauración, atracciones o tiendas.
Finalmente, por lo que respecta al mantenimiento, el parque se ve muy cuidado. Tal vez es en la jardinería donde el parque requiere más cuidado, especialmente en las pérgolas, que mencioné antes. El hecho que en algunas partes se vea maleza puede indicar dejadez, pero en el entorno aventurero y de exploración del parque no molesta para nada.
En definitiva, Isla Mágica es un diamante en bruto a orillas del Guadalquivir que permite pasar un muy buen día y desconectar del mundo exterior. Un complemento ideal que no debe faltar cuando se visita Sevilla y del que su gente debería estar más orgulloso.
¿Algo excelente? Trato al cliente, oferta y precios en gastronomía
¿Algo a mejorar? Oferta de atracciones y horarios de espectáculos
Recomendaciones: Jaguar, El desafío, Rápidos del Orinoco, El vuelo del halcón
Colas:
PocasMes de la visita:
Mayo.¿Con niños?
NoAtracciones 5
Gastronomía 8
Tematización 10
Mantenimiento 8
Trato al cliente 10
"Había atracciones averiadas"
7.5 lisorrdolphin
La comida excelente muy divertida , buen decorado, trabajadoras persuasivas para vender en la tienda de la entrada.
Opinión verificada