"¿El parque más bonito de mundo?"

¡Qué bonito es Efteling! La magia te envuelve desde el primer momento en que cruzas la entrada, que ya te da una idea de cómo va a ser tu visita al parque. La vegetación es espectacular y el cuidado y detalle en todo momento es increíble. La zona de los cuentos es el claro ejemplo de lo que es este parque, que se visita con una calma absoluta en todo momento. Un sitio perfecto para desconectar. Me parece genial el concepto de esconder las atracciones en edificaciones especiales, muy bonitas y separadas entre ellas, pero me sorprende un poco que las coasters estén todas concentradas en una misma área. Me da la sensación que eso favorece a aumentar las colas en esas atracciones. Aunque no ambiciona ningún récord en ningún momento, las atracciones tienen un nivel increíble, tanto las dark rides, alguna de las cuales son world class, como las coasters, que todas ellas me parecieron de gran nivel, y sobretodo muy cómodas, con cierta adrenalina. Especial mención para Baron 1898, Joris en de Draak (agua y fuego, las dos, ¡cuántos airtime!), Vliegende Hollander (¡sin spoiler, hay que vivirlo!), Droomvlucht, Symbolica, y Fata Morgana, así como el paseo en las Gondolettas. Por ponerle un pero, la comida, bastante mala, aunque eso sí, a precio asequible. Sin duda un parque de dos días para disfrutarlo completamente. Me decidí a visitarlo en estas fechas con el tema del COVID, porque según se decía mantenían el aforo y controlaban muy bien el tema de las colas y la distancia social, incluso las entradas iban asociadas a un día y una hora concretos. Pero me da la sensación que lo del aforo se lo pasaban por el forro, porque no vi que solicitaran a los visitantes el tema del horario, de hecho nosotros el segundo día entramos un poco tarde y no nos comentaron nada, y naturalmente, el parque estaba a petar, y las colas sobrepasaban a menudo la hora de espera en las majors. ¿La distancia social la respetaban? A medias y a ratos, aún estando en los Países Bajos, donde se supone que la gente es educada y cumple con las obligaciones sociales, había algunas colas donde se respetaban bastante las distancias y otras en las que para nada. Casualmente, las zonas más familiares lo respetaban más, y la zona para público más juvenil, lo respetaban menos. En Joris en de Draak, NUNCA VI A NADIE respetando la distancia, y eso que en los Países Bajos en esos momentos la mascarilla no era obligatoria. A pesar de todo eso, sin duda, una visita excelente, y un parque muy pero que muy recomendable para todos los públicos.