"El lugar más feliz del mundo"

No podía poner otro título, es el lema del parque y le viene ideal porque realmente cuando lo visitas sientes felicidad.

Nada más entrar vas paseando por la Main Street y al fondo se ve el Castillo de La Bella Durmiente, que es más pequeñito que el de París pero sigue teniendo la magia Disney que caracteriza a todos sus parques. 😍

Desde la plaza principal, donde está la estatua de Walt Disney y Mickey Mouse, se puede ir a las diferentes áreas del parque.

La zona de Star Wars es impresionante, muy bien tematizada con muchísimos detalles y las 2 atracciones de allí son muy buenas. Rise of the Resistance es increible a nivel tecnológico, pero como atracción a mí me gustó más Millenium Falcon: Smugglers Run, nos tocó la posición de pilotos y fue muy divertido!

Además de éstas, mis atracciones favoritas son: Splash Mountain (tematización genial y muy divertida, falta que moje un poco más), Big Thunder Mountain, Space Mountain, Matterhorn Bobsleds, Indiana Jones, Jungle Cruise y Haunted Mansion. La atracción de Piratas del Caribe estaba cerrada, así que no la pudimos probar.

Todas las Dark rides de los clásicos Disney son muy bonitas, de este parque las que más me gustaron fueron Peter Pan y Alicia en el país de las maravillas.

A destacar el espectáculo nocturno, una maravilla que combina música de películas Disney, proyecciones en los edificios de la Main Street y fuegos artificiales al fondo en el castillo. Muy recomendable, me encantó y se me pasaron volando los 10 minutos que dura.

Fuimos al parque entre semana a principios de abril y en general había mucha gente, pero las operativas son muy buenas si comparas con otros parques.

En definitiva, como ya esperábamos Disney no decepciona nunca, y el primer parque Disney del mundo no podía ser menos. Un parque precioso lleno de magia y con unas atracciones geniales, no se puede pedir más.