"No cumplió para nada"

Un parque de la cadena Cedar Fair cuya carta de presentación es la mejor coaster de acero del mundo genera unas altas expectativas inevitablemente, y no las cumplió. Casi todas las coasters tienen “peros” y muy grandes; Fury 325 es un monstruo de acero con unas dimensiones y una velocidad enormes pero sosa cual hyper de B&M, la hyper de B&M InTRIMidator tiene un frenazo en cada colina así que la experiencia es del 25% de lo que podría ser y eso es frustrante, Copperhead Strike es una Mack que debería estar catalogada como familiar como todas y que no aporta gran cosa y la invertida de B&M, Afterburn, prometía ser mejor que otras y es buena pero no más que cualquiera, todas lo son. Para rematar, el relleno más horrible jamás visto con coasters como Hurler, un woodie que estoy seguro de que acabará pronto en una reconversión de RMC porque es de lo peor del mundo; Carolina Cyclone, una tortura de golpes peligrosa para la integridad física y Nighthawk, una flying de Vekoma que además no estar operativa la mayor parte del tiempo es horrible. Además la mayor parte de las coasters tienen el final de la fila a pleno sol y eso es intolerable. Teníamos pagada la entrada para ir al día siguiente y no volvimos, creo que eso lo dice todo. Mucho ojo con las taquillas y aquí va un consejo, solo Copperhead Strike y Fury 325 las tienen y no son transferibles de una a otra así que si no quieres pagar cada vez que subas a estas coasters intenta entrar liger@ y sin mochila porque si no será la ruina. Lo mejor fue Fury 325 de noche que tiene un iluminación espectacular y es muy emocionante estar allí, eso no hay duda. También hubo por el 50 aniversario espectáculo de fuegos artificiales y drones al terminar el día que estuvo bien. Si vienes, expectativas moderadas y a lo mejor te vas pensando que es un parcazo.