La boca del túnel.
La aventura empieza en una antigua caverna situada al final de una plaza. El verdadero todoterreno usado en la película Lara Croft: Tomb Raider está estacionado allí cerca, con unas huellas marcadas en el cemento que se dirigen des del vehículo a la entrada de la cueva. Ésta, flanqueada por llameantes pedestales, tiene inscripciones con una forma muy particular: un triángulo con el ojo que todo lo ve.
¿Podría ser este el lugar en el que descansa el famoso Triángulo de la Luz, supuestamente capaz de detener el tiempo? Solo hay una manera de averiguarlo.
Al entrar en la cueva, estructuras hechas con cañas de bambú sostienen el techo medio derrumbado. La cola, que serpentea a través de la antigua entrada del templo, consiste en una serie de pasarelas que están a 3 o 4 pies (más o menos 1 metro) del suelo, con reliquias esparcidas por el suelo iluminadas con linternas y luces de excavación parpadeantes. Una banda sonora sombría y lejana (que es diferente en cada una de las cinco salas) indica que este lugar es místico e inusual.
La sala de los guerreros.
A medida que se avanza a través del templo, aparece una pared que impide el paso. Es a través de esta pared dónde comienza la experiencia. Después de todo, esto no es solo una atracción, es una aventura. Esta sala se parece a la que aparecía en la película: huecos excavados en la roca con adornos al estilo del sudeste asiático con delicadas e impresiones imágenes con extraños guerreros-mono de piedra de seis pies (casi 2 metros) de altura.
En esta habitación solo acceden 77 visitantes, que son agrupados en tres filas. Aunque parezca imposible, este grupo compartirá la misma expedición, ya que el vehículo puede dar cabida a casi 80 pasajeros.
¿Alguna pista de qué puede ser Tomb Raider? Probablemente todavía no.
A medida que el canto melódico y profundo de la banda sonora de la sala se eleva, la niebla comienza a derramarse desde detrás de los guerreros. Parecería, como en la película, que las estatuas cobraran vida…
La Antecámara.
Mientras el grupo avanza hacia la Antecámara, se puede apreciar una de las mejores vistas de la cola: la estatua de oro de Brahma que apareció en la película, con sus seis brazos agarrando seis espadas doradas. Esta divinidad de cuatro caras rezuma elegancia. Mientras el grupo avanza hacia la Cámara, un disco dorado que está delante la deidad cobra vida con un remolino de humo y la voz del padre de Lara Croft.
"No es para nada lo que tan siquiera llamarías posibilidades. Pero supongo que por eso mi hija Lara eligió la vida de una Tomb Raider. Con una fortuna para gastar en un millar de vidas, todavía no está satisfecha. Y por eso mi espíritu permanece siempre con ella. Pues temo que se sienta atraída por la excitación que viene cuando la vida está en la balanza." (¿Presagio?)
El pre-show continúa explicando lo sucedido: "Sucedió otra vez más a lo largo del camino Khamir. Se podría decir que ella tropezó con la entrada". La Lara de Angelina Jolie está un paso por delante de los visitantes, en este mismo templo. Se ha enfrentado a los guerreros mono de los que los visitantes han escapado, dejándolos en pedazos. "Ella fue capaz, el truco fue volver a salir. No es fácil cuando el templo en cuestión está protegido por una desagradable maldición". Entonces, los visitantes la ven en la misma Cámara, rompiendo el vaso brillante de la base de Brahma que está delante. ¡Eso pasó justo unos momentos antes! A media que el humo se disipa y la sala queda en silencio, su padre comparte un último consejo: "Imagino que ha descifrado cómo entrar y robar el tesoro, y eso será… lo último que haga".
Con un estruendo retumbante que sacude toda la cámara, la pared que se encuentra a la izquierda empieza a elevarse. Unas piedras rozan con otras mientras los pilares y la pared ascienden, revelando el destino final de los pasajeros: el Corazón del Templo. A medida que los tres grupos avanzan, se encuentran – por primera vez – con el vehículo de la atracción.
Tres filas de asientos muy largas, dispuestas como en un teatro. Cada fila cruza por un puente hacia el vehículo y procede a sentarse, empujando las sujeciones hacia abajo.
¿Alguna idea sobre qué es Tomb Raider? ¿Todavía no? Ya casi estamos.
El Corazón del Templo.
Incluso con las sujeciones abrochadas, muchos pasajeros todavía no saben qué es Tomb Raider ni qué está a punto de suceder. Precisamente eso es lo que los diseñadores pretendían. Con luces de exploración apuntando directamente al vehículo para facilitar la carga, es imposible ver (y casi imposible de imaginar) qué se encuentra en el Corazón del Templo.
Como golpes resonantes que resuenan a través de la cámara masiva, los arneses son comprobados y todos los objetos sueltos son colocados en las bolsas herméticas que hay delante de los asientos. Monedas, teléfonos, llaves o billeteras, todo se podrían perder. Una vez todo está comprobado, los puentes por los que los visitantes han accedido al vehículo desaparecen. Ya no hay vía de escape.
Los golpes de tambor cesan y el echo desaparece. La silenciosa cámara se llena lentamente de un coro sobrenatural. Con el sonido de rocas que se mueven por primera vez en muchos siglos, el vehículo se mueve hacia delante y sube unos pocos pies. Entonces, se para, retrocede y vuelve hacia delante. Se está creando empuje a medida que el vehículo sube a medio camino de la cámara de 100 pies (30.48 metros) de altura. Los faros delanteros del vehículo se encienden, centrándose en una vista increíble: una talla de 80 pies (24.38 metros) de altura de una diosa hindú en la pared.
Con una ráfaga, sus ojos se abren. Unas luces rojas exploran el vehículo de un lado al otro. Devotamente satisfecha, la despertada diosa centra sus ojos en los faros del vehículo y estos explotan. Las únicas luces que quedan en la sala emanan de dos gemas sostenidas en dos de sus seis manos: una expulsa fuego y la otra, hielo.
El vehículo – sostenido por enormes brazos que le permiten balancearse – desbloquea sus ejes y cae precariamente hacia delante, colgando frente algo que está a los pies de la diosa: el Triángulo de la Luz.
Mientras que las gemas de fuego y hielo vibran, la diosa envía el vehículo hacia arriba, a la parte superior de la cámara, dando vueltas sobre su eje hacia atrás. Entonces el vehículo vuela hacia arriba quedando frente afiladas estalactitas de hielo, que gotean ligeramente sobre los pasajeros. La visión hipnótica está acompañada por la voz de Lara: "Aquí, el tiempo está roto…".
Pero amenazando los pasajeros, los carámbanos parpadean en color rojo y parecen caer sobre el vehículo, que gira hacia abajo, cayendo hacia el Triángulo de la Luz. En el último segundo, los ejes se bloquean a medida que la góndola se invierte en un arco largo hacia el suelo. Corriendo a través de la oscuridad, la diosa gime. A medida que la música triunfante se desvanece, el vehículo invierte la dirección de su giro y se bloquea hacia abajo, con los pasajeros suspendidos boca abajo.
Algo nuevo aparece: vapor caliente y rojizo que escapa de un respiradero volcánico, del que sale la niebla. De hecho, un volcán de 60 pies (18.28 metros) de altura se extiende hasta la pared posterior de la cámara, y la pulsante lava de dentro indica que ha despertado.
Poco a poco, la góndola desciende lentamente hacia el volcán, directamente sobre el pozo de lava incandescente y resplandeciente. A medida que la banda sonora se intensifica, fuentes de lava saltan en sincronía, a pocos centímetros de los pasajeros.
Cuando los pasajeros están a punto de tocar los géisers humeantes, el eje del vehículo se libera y se eleva proporcionando una visión general de la cámara desde abajo. Mientras la diosa gime, una gran explosión impulsa el vehículo hacia ella, rotando libremente mientas unas luces estroboscópicas parpadean.
Los ejes del vehículo se bloquean otra vez dejando a los pasajeros del revés – un momento de fuerza angustiante – y entonces la góndola continúa lentamente su rotación hacia arriba mientras la diosa usa sus últimas fuerzas para iluminar toda la cámara. Cuando la cámara se llena de vida, los proyectores recorren la cámara y se concentran en el Triángulo de la Luz mientras el vehículo gira lentamente hacia su posición de carga.
La voz del padre de Lara resuena: "Nadie obtiene lo mejor de Lara Croft. A menos que ella lo deje. ¡Y yo no crie a esa clase de chica!"
La risa salvaje de la diosa se desvanece mientras la habitación oscurece. Entonces, con la nota final de la música, grita. Una ráfaga de niebla parece ser liberada por la derrotada diosa mientras se agrieta, y el sonido de sus poderes siendo encerrados se hace eco. Mientras los pasajeros aplauden salvajemente, las luces de excavación vuelven a parpadear ocultando de nuevo el contenido de la cámara y los puentes vuelven a conectar con el vehículo permitiendo que los pasajeros puedan escapar del templo.
Una cosa es segura: fuera lo que fuera lo que uno esperara de un parque estacional de Ohio, Tomb Raider probablemente lo superó. Por supuesto, los visitantes aplaudieron salvajemente esta aventura cinematográfica y – muy a menudo – fueron incapaces de explicar exactamente qué era y cómo funcionaba Tomb Raider.
La sorprendente realidad.
Quizás el elemento más ingenioso de Tomb Raider: The Ride es lo tan sencilla que es. Quitando toda la pompa y circunstancia y poniendo la atracción en una feria cualquiera, no destacaría demasiado.
Tomb Raider era una Top Spin de Huss Rides – una atracción de feria muy popular que cualquier parque de Six Flags o Merlin probablemente tenga. Pero no solo eran la tematización, la música sincronizada, el agua o la niebla lo que daban a Tomb Raider una vuelta de tuerca de más respecto sus compatriotas de feria. La atracción era también grande. Incluso enorme. Mientras que una Top Spin de feria puede albergar 40 pasajeros y elevarlos hasta 50 pies (15.24 metros), Tomb Raider fue la primera y única Giant Top Spin, una versión mucho mayor con 77 pasajeros y altura de 80 pies (24.38 metros) – absolutamente gigantesco, con movimientos poderosos, calidad teatral y una asombrosa adaptabilidad.
El uso inteligente de una atracción tan simple era una manera bastante innovadora de aturdir a los visitantes. Después de todo, los pasajeros que salían de la atracción no podían explicar exactamente en qué habían montado. Hasta los pasajeros que habían visto un Top Spin antes no sabían cómo llamarlo ni identificarlo. Y los efectos teatrales y la magnífica iluminación de Paramount impedían que los pasajeros vieran la cámara y la estructura de la atracción hasta que ésta empezaba a moverse.
En pocas palabras, Tomb Raider: The Ride fue la prueba de que, con un poco de teatralidad, hasta una atracción sencilla en un parque del medio oeste puede convertirse en algo tremendo. La patente presentada para esta impresionante y única atracción es un testamento de lo extravagante que fue. Desde la cola y el pre-show hasta la banda sonora sincronizada y los efectos especiales de Technifex, Tomb Raider: The Ride estuvo por encima y más allá de lo que cualquiera podría haber esperado de un parque estacional de Ohio. Pareció demasiado bueno para ser cierto. Tal vez lo fue… Ya que hoy en día, Tomb Raider no aparece en los mapas de Kings Island. ¿Porqué? Esa es la verdadera tragedia.
Los tiempos cambian.
Paramount Communications compró Kings Island (y su parque hermano) en 1992. El siguiente año, Paramount fue adquirida por Viacom. Y en pocas palabras, Viacom no tenía demasiado interés en poseer y operar parques temáticos. Así, por un tiempo la división de Paramount Parks estuvo técnicamente bajo el paraguas de Blockbuster Entertainment (el operador de la cadena de alquiler de vídeo). En 2002, la división de parques volvió a Paramount Pictures, pero tampoco se quedó allí. En 2006, Viacom se dividió en dos nuevas entidades: Viacom y CBS Corporation. Los parques fueron a esta última.
Por aquel entonces, la inminente recesión económica pesaba en gran medida sobre las empresas que trataban de descargar sus activos "no básicos". Fue en esa época en la que, por ejemplo, Anheuser-Busch Inbev anunció que vendía su división Busch Entertainment (operadora de SeaWord y Busch Gardens). Resumiendo, los tiempos eran duros, y aunque sus parques iban viento en popa, Busch necesitó centrarse en su negocio real: la cerveza.
Similarmente, CBS tenía muy poco interés en poseer y operar parques temáticos e inmediatamente se propuso vender la división Paramount Parks. Encontraron un comprador dispuesto en Cedar Fair, los propietarios de Cedar Point (tan solo a unas horas al norte de Kings Island) y Knott's Berry Farm, entre otros.
Cedar Fair pagó generosamente, entrando en deuda por haber comprado Paramount Parks por 1.24 billones de dólares. Esta operación dio a Cedar Fair el monopolio de los cuatro parques de Ohio: su buque insignia Cedar Point, Paramount's Kings Island, y SeaWorld Ohio y Six Flags Ohio, cuya combinación dio lugar al parque familiar Geauga Lake. (Precisamente este parque, el más grande del mundo como consecuencia de la fusión de los dos parques, cerró sin ceremonias e injustamente debido a la deuda de Cedar Fair derivada por la compra de Paramount Parks).
Cedar Fair – bajo una gerencia muy diferente a la actual – eliminó de golpe toda referencia a las marcas de Paramount Parks – lo que podría considerarse un mal necesario. No obstante, la eliminación precipitada e irreflexiva de la propiedad intelectual de Paramount llevó a algunos rebautizos lamentables como Flight Deck (Top Gun), Drop Tower (Drop Zone) o Backlot Stunt Coaster (The Italian Job: Stunt Track). Se podrían escribir muchas páginas solo acerca de esta campaña de eliminación de marcas. Uno tiene que preguntarse porqué Cedar Fair eligió en su momento nombres tan genéricos para sustituir identidades muy conocidas. Si Top Gun podría haber sido renombrada como cualquier cosa, ¿por qué darle intencionadamente el nombre de Flight Deck, una versión muy pobre de su identidad pasada?
De hecho, mientras la cruzada de Cedar Fair por eliminar marcas dañaba la vista, Drop Tower ofrecía la misma experiencia que Drop Zone: Stunt Tower. El problema era que con Tomb Raider haría falta algo más que un simple cambio de nombre para escapar a la licencia de Paramount.
Sellando la tumba.
En 2007, Kings Island abrió sin el prefijo Paramount. Pero no fue hasta 2008 que las alusiones cinematográficas desaparecieron completamente. Ese año, los visitantes vieron que Tomb Raider había recibido el nombre de The Crypt. Además, una señal puesta fuera de la atracción proclamaba orgullosamente que "Esta atracción ahora tiene más emoción".
El interior parecía muy familiar. Claro, los guerreros simiescos habían desaparecido, dejando los huecos diseñados al estilo de un templo del sureste asiático vacíos. Pero ahora ya no había puerta corrediza. Estaba allí, permanentemente dentro de la pared. Seguramente porqué tenía grabado el Triángulo de la Luz. Pero tal vez la respuesta era más simple. La puerta circular estaba destinada a ser el colofón del pre-show en la Antecámara, y ya no había pre-show.
De hecho, el impresionante Brahma de la película ya no estaba, fue reemplazado por un lamentable demonio-murciélago animatrónico que batía sus alas emitiendo un gruñido agudo y rasposo. Tal vez hubiera sido más intimidador que no se moviera o estuviera pintado como si fuera de piedra. Además, el murciélago señalaba un ligero cambio de tono y estilo para esta atracción de estilo Hollywood. Por alguna razón, detrás del murciélago había redes de camuflaje (y, de hecho, en casi todo el recorrido de las colas también), como si la pared de piedra tallada también necesitara disfraz.
Ciertamente, la atracción no podía cambiar demasiado. Por supuesto, la pared deslizante que escondía la atracción se había esfumado, permitiendo ver qué pasaba en la cámara de al lado, oyendo los gritos de los pasajeros y ver lo que hacía la atracción. Así que no era tan misteriosa como Tomb Raider. Pero la señal del exterior prometía más emociones ahora, ¿verdad? Eso no podía ser malo.
Durante la primera temporada, los pasajeros de The crypt quedaron atónitos. La primera fila de las tres que tenía el vehículo había sido desmontada, reduciendo la capacidad de la atracción y asemejándola a las Top Spin de feria. Uno lo puede imaginar que se hizo a propósito para aligerar el vehículo y que pudiera realizar ciclos de nueve volteretas como una atracción de feria. Y lo hizo, dando vueltas en la completa oscuridad sin efectos especiales y con música electrónica.
A medida que avanzaban los años, The Crypt mejoró ligeramente con la incorporación de alguno de los efectos de luz de Tomb Raider – lo suficiente para hacer visibles la diosa y el volcán, aunque permanecieran inactivos y en silencio todo el tiempo. Sin fuentes, ni carámbanos, ni niebla, ni argumento. Tan solo dando vueltas en una cámara con ruidos de animales de la selva y el viento aullando como banda sonora.
La llegada de la montaña rusa Diamondback en 2009 significó la desaparición de la entrada escondida en un bosque de bambú. La plaza de entrada se cubrió con césped bien cortado y cercado por una valla al estilo del oeste mientras que la montaña rusa gritaba encima de la entrada del templo, con el edificio de la atracción ahora bien visible.
El follaje y el césped bien cuidado convirtieron a este remoto y boscoso rincón del parque en algo un poco menos misterioso. The Crypt ya no tendría una entrada cambiante ni atmosférica, aunque la atracción tampoco lo era. El cambio evidenciaba el estilo del medio oeste de Cedar Fair más que el estilo a lo Universal Studios por el que se había inclinado antes.
Después de unos pocos años de ciclos ultra-intensos, The Crypt cambió de nuevo. Al preguntar a fans y expertos, dirán que el modelo extra-grande – incluso con el tercer brazo desmantelado – era demasiado grande y pesado para soportar ciclos ágiles y acrobáticos. La atracción se creó para operar más o menos como un teatro que volteaba tres o cuatro veces, no como una atracción de feria. Sin explicaciones ni comentarios por parte del parque, la atracción se reprogramó para dar un par de volteretas – una hacia delante y otra hacia atrás – con un viaje penoso y sin sentido que se ganó los abucheos de los pasajeros. No valía la pena esperar 10 minutos en la cola para eso.
A principios de 2012 – después de nueve años – la entrada a la caverna fue sellada. The Crypt no volvió a abrir. La atracción fue silenciosamente desmontada y el edificio fue utilizado como laberinto embrujado durante la temporada de Haloween. Mientras que gran parte del recorrido se realizaba en la gran cámara de 100 pies de altura – todavía vigilada por la gran talla de Durga y el volcán en la pared posterior – los detalles del interior no se podían ver debido a la oscuridad.
En otra parte...
Siguiendo los pasos de Kings Island, en 2005 Paramount's Kings Dominion en Virginia también abrió una atracción llamada Tomb Raider. Evidentemente, la atracción, Tomb Raider: Firefall, era una Top Spin, pero la versión típica más pequeña con solo 38 pasajeros y llegando a la mitad de la altura que la atracción de Kings Island. La atracción tenía su propia banda sonora y efectos – incluyendo fuego, agua, niebla y humo – bien sincronizados, aunque estaba al aire libre y sin ningún edificio tematizado.
En ese momento, los aficionados se mofaron de la versión más barata de Kings Dominion – fue el intento de CBS de hacer parques baratos y alegres anticipándose a su venta. Y era cierto que la Tomb Raider de Kings Dominion fue mucho más barata que la de Kings Island.
En retrospectiva, tuvieron suerte. En 2008, Tomb Raider: Fireball también fue rebautizada como The Crypt, pero mantuvo la música y los efectos sincronizados y todavía hoy está flanqueada por estatuas de guerreros-mono provenientes de la película Lara Croft: Tomb Raider. La "otra Tomb Raider" nunca llevó una vela a Ohio, pero al menos todavía existe (y con todos los efectos especiales).
La idea de dar una tematización monumental a una simple Top Spin de Huss Rides también se mantuvo. En 2007 – cuando Tomb Taider llegaba a su última temporada – Phantasialand en Alemania abría el impresionante Tolocan, claramente basado en las dos atracciones Tomb Raider. Todavía hoy es una atracción impresionante, divertida de disfrutar desde fuera como desde dentro.
¿Y ahora qué?
En cuanto a Kings Island, Tomb Raider representó su segundo gran fracaso. La Tomb Raider de 20 millones de dólares – revolucionaria, sin precedentes e inimaginable para un parque estacional – no vivió lo suficiente ni para cumplir 10 años. Aun así, esta atracción todavía es mejor que la novedad que en el año 2000 estrenó Paramount's Kings Island, que costó más o menos el doble y que no llegó a 2009: Son of Beast. Dos maravillas del nuevo milenio, ambas innovadoras, que vivieron menos de una década y serán recordadas como dos de los fracasos más caros de un parque temático, aunque fracasaran por razones muy diferentes.
Tomb Raider: The Ride fue la primera Giant Top Spin. Y también terminó siendo la única. Probablemente debido a sus problemas mecánicos cuando ya era The Crypt, Huss Rides dejó de ofrecer esta versión gigante.
En cuando al futuro del edificio que todavía se encuentra en el Rivertown de Kings Island, cualquier apuesta es aceptable. Seguramente seguirá cerrado, abriendo solo un mes al año para convertirse en un laberinto en Halloween. Eventualmente, se podría demoler para dar cabida a alguna expansión. Otra esperanza es que Cedar Fair – ahora bajo las riendas de Matt Ouimet, el que fuera presidente de Disneyland – vea el valor de las experiencias temáticas y vea que la estructura de Tomb Raider se merece un renacimiento.
Aunque una Giant Top Spin no se tenga en cuenta, construir un duplicado de la pequeña The Crypt de Kings Dominion en Kings Island podría ser un gran éxito. Fuentes, música sincronizada, niebla, rocas, cascadas, entre otros, hacen que la experiencia de Kings Dominion sea emocionante. Así que instalarla en Kings Island en un edificio meticulosamente tematizado con efectos de luz y una diosa altísima tiene mucho sentido. Por el precio de un duplicado de la atracción de feria de Kings Dominion bien trajeada, Kings Island podría ser el hogar de una nueva y altamente tematizada dark ride totalmente inmersiva. Y probablemente costaría menos que las dark rides interactivas pre-fabricadas de Triotech que han ido apareciendo por los parques de Cedar Fair.
Pero hasta entonces, hay que recordar que una dark ride híbrida con prácticos efectos especiales puede aparecer en cualquier lugar, incluso en un parque estacional en el suroeste de Ohio.
Fin.
Apéndice.
La historia de esta atracción forma parte del recopilatorio de atracciones perdidas Lost Legends de http://www.themeparktourist.com. Prácticamente no he cambiado el texto original, tan solo lo he adaptado un poco a medida que lo traducía y he incorporado fotografías encontradas mediante Google para ilustrar un poco más las tres partes en la que he dividido la historia.
Saludos y muchas gracias por leerme.
Primera parte de esta historia