Si Disneyland ya es mágico de por sí, imagináoslo ahora todo de navidad: es pura mágia, y lo que ellos consideran como temporada alta en el parque. En el Halloween Voyage Maleficio ya pudimos ver un pequeño adelanto, y es que en muchas tiendas ya había objetos de navidad en secciones especiales.
Ya solo en la entrada, encuentras el árbol de navidad, altísimo, y que reluce desde todo Main Street. Por la tarde, cada día un niño es escogido y hacen una ceremonia de encendido del árbol, que te enternece y te hace recordar esa época en la que tocaba montar el árbol, los adornos, los regalos...En todo Main Street se puede ver ese ambiente navideño con las guirnaldas que cuelgan entre los edificios, las luces, los escaparates llenos de luz y de color, y las mil y una cosas que puedes encontrar en las tiendas referente a la navidad: bolas para el árbol de todos los tamaños y colores, con personajes de Disney, peluches, guantes... ¡No hay nada como pasear por Main Street con un chocolate caliente y pararse a fijar en todos los detalles!
Las parades en el parque también son aún más especiales, ya que cuando empiezan a llegar las carrozas, de repente empieza a nevar por todo Main Street. Una idea simple, brillante y efectiva, que hace que te adentres más aún en la navidad. La parada de navidad te evoca tanta felicidad y recuerdos, que es maravillosa: papá Noel, todos los personajes con sus trajes navideños... La guinda del pastel es, como no, Disney Dreams, que este año tiene escenas especiales de la nueva película, Frozen.
Además, al ser horario de invierno, oscurece antes, y la parade del 20 aniversario (ahora en navidad Christmas magic on parade) reluce mucho más ya que se aprecia la iluminación de todas las carrozas.
También hay encuentros con personajes a lo largo de todo el parque, e incluso este año Jack y Sally te esperan en su cementerio de navidad.
En los estudios también llega la navidad, con la plaza principal decorada con árboles de luces en las farolas, y todo el estudio 1 con pequeñas escenas, como los dálmatas cruzando un lago helado. La parade de Stara & Cars también se viste para la ocasión con los personajes más navideños.
Es una época que se tiene que vivir in situ, ya no solo por la ilusión y por notas como el niño que llevas dentro aparece más rápidamente, sino también por ver las caras de los niños pequeños, como se sorprenden, como disfrutan, y como refleja ese sentimiento la cara de sus madres. Es un ejercicio que te llena de felicidad, y te recuerda a esa vez que visitaste el parque como niño.
