El parque temático abrió en exclusiva para la familia real saudí el miércoles y jueves pasado durante más de dos horas. Además, la comitiva también reservo la Mansión de Lucy, la parte más lujosa del hotel Gold River
Según publicaba en la edición de ayer de La Vanguardia, la comitiva real de Arabia Saudí alquiló las instalaciones de PortAventura para poder disfrutar en privado del parque temático. El príncipe saudí, Abdulaziz bin Fahd bin Abdulaziz al Saud y sus acompañantes, una cincuenta personas disfrutaron a lo grande de las atracciones más populares como el Dragon Khan, el Hurakan Cóndor o el Furius Baco, entre otras.
El parque abrió en exclusiva para la familia real saudí el miércoles y el jueves durante más de dos horas. PortAventura, que estos días celebra Halloween, cierra las instalaciones a las 19.00 horas, aunque, con los visitantes ya fuera, el parque permaneció abierto y con las principales atracciones en marcha, al servicio del príncipe. Además, la comitiva también reservó la Mansión de Lucy, la parte más lujosa del hotel Gold River, que abrió especialmente para la ocasión, ya que a estas alturas de la temporada está cerrado.
La visita a PortAventura forma parte de el lujoso viaje de la familia real, que hace diez días fondeó su impresionante yate, Turana, de 120 metros de eslora, en el Port Vell de Barcelona. La espectacular embarcación se pudo ver también esta semana en el puerto de Tarragona, donde fondeó a poca distancia y el príncipe se desplazó hasta tierra con una lancha.
A pesar de ello, cabe destacar que el séquito real llegó a las instalaciones del parque temático por mar, tierra y aire. Y es que la familia real reservó el aparcamiento para usarlo como helipuerto y algunos de sus acompañantes aterrizaron en helicóptero. Esta no es la primer vez que la familia real saudí visitan PortAventura, aunque sí que los es para el príncipe, hijo menor y predilecto del fallecido rey Fahd.
La de PortAventura no ha sido la única excentricidad del lujoso viaje. En Barcelona, el príncipe alquiló un cine entero de la ciudad para ver sus películas. Además se hizo instalar su propia butaca en la primera fila.