Hace tiempo los trabajadores se jubilaban en el parque, antes de que llegasen a hacer las américas quienes sabéis. Tenemos un país lleno de culturas, y con un sol que permiten tener abierto hasta en invierno, y aunque intenten hacernos ver que estamos en la bancarrota y que somos lo peor, es mentira. Tenemos un país inimaginable, precioso, de norte a sur, y de este a oeste.
Perdón que me desvío del tema, con Merceditas, recuerdo que la gente se jubilaba, se les daba su pase de por vida, para que volviesen cuando quisieran de clientes, y pudieran saludar a los compañeros que seguimos en el "campo de batalla".
Aunque parezca mentira, esto nos daba una sensación de compromiso por parte de la empresa, de que si vales, trabajas, te puedes llegar a jubilar aquí. No es un sitio temporal, si no quieres, y crea unos vínculos con tu puesto de trabajo, que hacen que te encuentres a gusto, y más o menos seguro.
Ahora, raro es el mes, que no escuchamos que un compañero ya no se encuentra con nosotros, como si se hubiese muerto. Y así nos sentimos, pendiente de una decisión de arriba. Es una lástima, ya que son muy pocos los que se sienten vinculados con la empresa, y eso a largo plazo creo que es muy negativo.
La próxima temporada, si quieren, una gran amiga y compañera, Loli, se jubila, le queda esta temporada y la próxima. Ella dice que no aguantara toda la temporada siguiente, pero sé que lo dice en caliente, es muy buena compañera, y seguro que se queda hasta el final. Eso espero.
Loli es una de tantas mujeres y hombre que tienen 64 años y que están al borde de jubilarse, y no tienen ya problemas. ¿Pero y el resto? Los que tenemos más de cuarenta, vivimos un poco con miedo a perder el puesto, ya que no damos con el "perfil" tan deseado por recursos humanos (me gustaría saber el perfil, por curiosidad, el auténtico no el de la página web).
Espero que se pase esta desconfianza que tenemos, para poder estar a gusto donde uno quiera, no es bueno tener gente que hizo una carrera, y que no esté trabajando en lo que estudio, ya que no se siente realizado, y a largo plazo afecta al trabajo.
De momento me encanta mi trabajo, el contacto con la gente, ver sus muestras de emoción cuando entran, y de gustazo cuando dejan la atracción, y espero tener el honor y la suerte de jubilarme en Port Aventura.
Os dejo con la tira.