¡Mi primer blog!
Ayer tuve la suerte de volver a Terra Mítica. Fue mi segunda visita ya que lo visité por primera vez el pasado verano. Así que os voy a contar de una forma algo general lo que puede observar y sentir.
Tengo que reconocer que llegamos algo tarde por lo que la entrada se encontraba ya bastante vacía, no obstante aún pude observar bastantes familias que se animaban a entrar. El primer detalle que me llamó la atención fue el hecho de ver bastantes personas en las zonas habilitadas para sacarse el pase de temporada, sobre todo familias con niños.
Una vez pasada la fuente y el portón principal pude observar el nuevo portón de Iberia park (sin comentarios respecto a la división del parque). Nos dirigimos hacia el barco. Durante el paseo, al llegar a la nueva playa de Iberia (ya llena de agua, por cierto), el profesor destacó que se trataba de unas ruinas íberas y que aunque parecía pequeña no lo era (más tarde, encima del Vuelo del Fénix, puede comprobar que tenía razón). Otro comentario a destacar: confirmó que se iban a construir 2 hoteles (en Iberia y Egipto). Tras bajar del barco nos dirigimos hacia la pirámide, que para nuestra sorpresa era totalmente gratuita.
Entramos ya en Terra Mítica propiamente dicha y empezamos a montar en cada una de las atracciones por orden (esto es: Cataratas del Nilo, Lberinto del Minotauro, Titánide...) Como ya he comentado había gran cantidad de familias con niños (pude ver más gente que en agosto cuando fui el año pasado) por lo que las únicas colas algo más serias (unos 20 min) la hicimos en El laberinto del Minotauro y en Alucinakis, por ser más infantiles. En el resto (sobre todo en las 5 más fuertes) prácticamente sin cola, lo que agradecí, pues tenía que aprovechar el día.
Sobre las 2 comimos en Pica Picae (también lleno) y a partir de las 3 retomamos la ruta de rides completando Roma. Una vez ya montadas todas, mi ránking de tracciones no cambió con respecto al año pasado, siendo mi preferida (de lejos) Inferno. Mención necesaria a la "suavidad" que una vez más demostró Magnus Colossus, obligando a tomarse un descanso tras montarla una sola vez.
Ya casi al final del día entramos en Nerón, la gran novedad de este año. La verdad es que mis expectativas no iban más allá de "una ligera mejora de Imperium". Me equivoqué. Es verdad que hay muchos números iguales pero la música, puesta en escena, historia y el conjunto en general llega mucho más haciéndolo un espectáculo digno de ver. (los trapecistas te dejan con la boca abierta) Por lo tanto, visita obligatoria a Nerón si pasas por el parque ya que se trata de un Imperium mucho más estudiado, cuidado y maduro. Gran espectáculo.
Por último ya solo nos dio tiempo a repertir alguna que otra atracción y despedirnos con una sonrisa (como la última vez) de este parque que empieza a conocer sus posibilidades y hacer de sus limitaciones sus ventajas.