Happy Birthday, X
En un Voyage siempre falta tiempo. Y más si estamos fuera de casa sin conocer lo que nos rodea. Es por eso que nos podéis ver pidiendo pizzas en un restaurante cercano, de mientras al supermercado que está en la otra punta, con encuentros por sorpresa en el camino y los estantes del super con todos los demás que llegaron el viernes al mediodía.
No daba tiempo a todo: o cenar, o vestirnos, así que de camino a nuestra cita con X algunos cenamos a bocados enormes, casi sin masticar, hasta llegar al Hotel Castillo Alcazar, donde nos habían citado. Fue más fácil de lo que pensábamos, y ni siquiera nos perdimos. De hecho, todo lo que necesitábamos estaba en la misma calle "principal" como aquel quien dice.
Allí, al fondo de un pasillo, estaban @ocean83 y @veronika, custodiando una puerta medieval, sin nosotros saber qué había detrás. Nos hicieron entrar por separado, en grupos de dos, en una sala con una mesa en forma de U, presidida por otra mesa donde estaba X, y dos personas a cada lado, tiradas en la mesa, muertas. Esa puesta en escena me encantó, simple, eficaz y brutal. X iba mirándonos mientras nos sentábamos en la mesa, sin saber si saltaría a nosotros cuando nos acercábamos a hacer fotos.
El show empieza, y X nos da la bienvenida, resucitando por una noche más a aquellos personajes que nos lo hicieron pasar terriblemente mal en otras ediciones: Virus, Blackstar, Freddy Kruegger y Billy, el muñeco de Saw.
Soplando las velas del pastel, inauguran lo que será la nueva era de Voyages, descubriendo nuevos parques. Toca fotos con todos, y soplamos también las velas del pastel. Nos dieron también unos sobres, que contenían las entradas a Europa Park, el pase a las Horror Nights, la acreditación, y el timming de todos los días.
Dj Nitto ponía una vez más la música a la fiesta, y mientras todos bailaban, algunos le quitaban los moquillos a una cabeza de toro, otros asustaban a la gente que pasaba por el pasillo de al lado apartando las cortinas de la sala, o abriendo la mirilla de la puerta y cerrándola de golpe. Nos reímos como si no hubiera mañana.
También nos dio tiempo a ir a explorar los hoteles, encontrando una magnífica fuente enorme en el hotel Colisseo, en la que nos pasamos un buen rato jugando a intentar llegar al medio sin mojarnos. Algunos lo consiguieron, otros se mojaron, y otros se llevaron el susto cuando los chorros cambiaron y en vez de ir hacia arriba, lo hicieron en horizontal hacia el centro.
El cansancio nos hizo repartir entre algunos que se quedaron en el bar del hotel, y otros que fuimos camino al hotel a descansar, que al día siguiente nos tocaba un día entero de Europa Park, y teníamos que estar al 100%. Lo último que recuerdo antes de conciliar el sueño es a mi habitación viendo vídeos de Gangman Style de todos tipos, y a @davinia desenchufando el cable de su ordenador.
