San Sebastián tiene este 2012 muchos centenarios que celebrar —el Teatro Victoria Eugenia, el hotel María Cristina, el Topo—, pero tal vez el de hoy, el del funicular y el Parque de Atracciones de Igueldo, resulte el más entrañable. La Montaña Suiza y compañía han visto pasar por sus 100 años de historia a miles de niños, testigos de otras tantas anécdotas, y si se le pide una a su directora, Pilar Pascual, no duda, la de “una señora inglesa y de cierta edad”, describe.

“Era una clienta del hotel que vio que había un trenecito que bajaba hasta la ciudad y preguntó en la recepción cómo cogerlo”, continúa Pascual. La mujer, diligente, siguió las instrucciones que le habían facilitado. “Al salir del hotel, a mano izquierda hay un túnel, lo pasa y verá unas escaleritas, las baja y ya está”. Pero en vez de en los vagones rojos del funicular reparó en otros azules, que le debieron convencer como método de transporte idóneo hasta la playa de Ondarreta y compró su billete. “Subió a la Montaña Suiza y a los cinco minutos regresó al hotel, despeinada y agitada diciendo que ese trenecito no baja a la ciudad”, ríe Pascual, que corrobora la autenticidad de la historia.

Menos rocambolescas, pero igualmente inolvidables para sus protagonistas, son las más de 200 historias que encierra el audiovisual que ha preparado el parque para su centenario. La instalación pidió a sus visitantes a través de la iniciativa La foto del Aitona instantáneas tomadas en el recinto que a partir de hoy, a modo de montaje, se proyectarán en el antiguo cine del Parque, el primero de San Sebastián que allá por 1990 pasó películas en tres dimensiones y que la organización ha recuperado para la ocasión. “Se ha mantenido el aspecto vintage, así un poco destartalado, con los carteles antiguos”, apunta la directora del parque, que espera poder volver a utilizar el espacio en el futuro.

Una anciana tomó una vez la Montaña Suiza para intentar bajar a la ciudad

A la inauguración de la exposición se suman para hoy otras dos iniciativas. También en el antiguo cine se va a instalar una Ruleta de la Fortuna que, según la organización, promete regalos seguros en cada vuelta.

Para participar basta con enseñar el billete del funicular. La celebración incluye para cada visitante la posibilidad de probar la reproducción en chocolate, elaborada por la pastelería Gorrotxategi de Tolosa, de algunos de los símbolos del recinto como la Montaña Suiza, el Funicular y el Torreón.

El funicular es el único de España que mantiene todos sus vagones originales

Como recuerda Pascual, todo el conjunto cumple 100 años, lo que incluye, por supuesto, el trenecito ese de vagones rojos que despreció la anciana inglesa. El Funicular de Igueldo, subraya Pascual, es el único de España que todavía conserva todos sus vagones originales. Fue el tercero de su modelo en construirse tras los del monte Tibidabo y Vallvidrera, ambos en Barcelona.

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