Finalmente, llegamos a la tercera e última edición especial de mi visita a Disneyland Resort Paris. Si todavía no has leído ninguna de mis últimas entradas, te animo a que entres a echarles un vistazo para poder saber localizarse en esta nueva entrada. Sin más dilaciones, empecemos con esta entrada de despedida.
Tras haber recorrido el parque en casi toda su totalidad, Discoveryland nos esperaba sin la presencia de una pieza clave. Ya veremos de qué estoy hablando más adelante.
La primera parada fue Buzz Lightyear Laser Blast. Con 30 minutos de espera, decidimos obtener un Fast Pass para poder continuar con la visita y aprovechar los bajos tiempos de espera de las demás atracciones ( en mi opinión, 30 minutos es bastante poco, pero como ya veremos, las demás atracciones tenían un tiempo de espera inferior).
Delante nuestro descansaba tranquila la esplendorosa estructura de Space Mountain: Mission 2, coaster que ya había podido riddear en diferentes ocasiones durante mi primera visita.
Gracias a la numerosa información que había podido obtener meses antes de mi visita, evité el que podría haber sido la mayor decepción del día. Space Mountain permanecía cerrada por mantenimiento. Como ya sabemos, Disneyland es un parque que abre los 365 días del año, y por lo tanto, es necesario que las atracciones se sometan a numerosas revisiones durante diferentes semanas del año. En esta ocasión, fueron numerosos compañeros y compañeras los que se quedaron sin poder probarla. Un motivo más para volver... ^^
Acto seguido, no tuvimos otro remedio que continuar hacia la última major de la zona.
Star Tours: Con una disfrutable cola de 5 minutos, el simulador más icónico de la factoría abría sus puertas para vivir en primera persona un verdadero viaje al mundo de Star Wars. Tal y como y recordaba, el simulador cuenta con un antiguo preshow (los recuerdos a Sea Odyssey eran tan presentes...).
A continuación, se procede a entrar al simulador, donde experimentaremos un brusco y movido viaje por la galaxia. En mi opinión, puede resultar brusco, pero personalmente, me encanta. Creo que Disney ya la ha fijado como próximo objetivo para reformar y modernizar, proceso que han seguido sus hermanas de Tokyo y Orlando. Como nota, os aconsejo que no entréis con objetos delicados en la mochila. Las cestas para dejar las mochilas debajo de tu asiento son realmente pequeñas, y es común que la mochila pueda caer al suelo, hecho que se ve empeorado por el constante movimiento de la atracción. 9/10
Tras volver a la órbita terrestre, partimos hacia Main Street, no sin antes parar por el misterioso walk-through: Les Mysterès du Nautilus. Si tenéis tiempo y no tiene cola, es una buena opción para disfrutar unos minutos de una buena tematización y un paseo agradable.
Con 30 minutos por delante antes de poder montar en Buzz Lightyear, el grupo se dividió en Main Street en busca de un souvenir todavía por encontrar.
Por mi parte, se podría decir que ya había cumplido con lo mío (durante todo el día había tenido la suerte de poder encontrar aquello que tenía en mente para mi familia :D), así que me permití volver a riddear Indiana Jones con tan solo 10 minutos de cola.
Tras reponer fuerzas, encaramos la recta final del día.
Buzz Lightyear Laser Blast: Tras haberla probado en el año de su apertura, disfruté de lo que viene a ser una ride totalmente entretenida y divertida, ideal para los más pequeños y grandes de la casa y con una buena dosis de risas aseguradas. Como apunte, añado que el Fast Pass tan solo te permite evitar la cola exterior de la ride. Es decir, no os extrañéis si tenéis que hacer unos 5 minutos de cola por la sección interior, zona que cuenta con el famoso animatronic de Buzz Lightyear. 8,5/10
Con todavía 2 horas más antes del cierre del parque, decidimos ir a cenar fuera del parque, buscando alguna alternativa más barata.
Nuestra elección fue un pequeño puesto justo a la entrada de Disney Village (queríamos evitar McDonalds) donde pudimos disfrutar de un buen panini con patatas y bebida por 9€, un precio más que razonable teniendo en cuenta que la bebida ya llegaba casi a los 4€ si se compraba separadamente.
Después de una buena pausa para recuperar fuerzas, de nuevo entramos en el parque con una gran atracción pendiente. Sin pausa alguna, nos encaminábamos de nuevo hacia Frontierland mientras las últimas luces del día iluminaban tenuemente el parque.
Big Thunder Mountain: Como bien se nos había indicado al mediodía, Big Thunder Mountain disponía de tan solo 5 minutos de cola, un verdadero lujo. Si a eso le añadimos la gran iluminación de la atracción, obtenemos lo que viene siendo mis mejores viajes hasta la fecha en la coaster. Y digo "viajes", porque pudimos subir 2 veces seguidas sin ningún tipo de problemas.
Tal y como recordaba, es una coaster increíblemente tematizada, entretenida y envolvente. Sí que es cierto que al pasar por debajo del lago se podría esperar algo más de ella, pero la absoluta oscuridad del momento y la notable velocidad hacen que cada viaje sea una aventura nueva. La remodelación que había recibido tan solo hacía una semana le había ido de fábula. Decir que muchos compañeros tenían en mente una coaster como el Diablo y que finalmente se llevaron una gran sorpresa, en concreto, positivamente. 9/10
Con todas las majors del parque catadas, tan solo nos quedaba la guinda del pastel, el gran estallido final para rematar un día increíble. Tras reunirnos con todos nuestros compañeros y habernos puestos cómodos, vivimos de una manera épica los últimos momentos en Disneyland Resort París.
Disney Dreams: Pocos shows han tenido una campaña de márketing tan amplia como Disney Dreams. Y aunque aquí no se pueda vislumbrar tanto, os puedo asegurar que París entera estaba llena de anuncios relacionados con el espectáculo.
Es necesario decir que, a mi corta edad; no he podido disfrutar de numerosos espectáculos de tal calibre. Pero puedo asegurar, que Disney Dreams es y estoy seguro de que será durante mucho tiempo, uno de los espectáculos más memorables jamás vividos.
No pienso avanzar nada. Es necesario que lleguéis mayormente sin ningún tipo de conocimiento sobre él (o el mínimo posible) a vuestra futura visita al resort.
No hay nada prescindible. Proyecciones IMPRESIONANTES (utilizando de forma impoluta la tecnología del video mapping), fuentes increíbles, pirotecnia abrumadora y una banda sonora exquisita. Disney Dreams tiene todo aquello que un buen espectáculo de tal nivel requiere y permite salir del parque con una gran sonrisa de boca a boca haciendo crecer de manera vertiginosa las ganas de volver al parque.
No pienso poner nota al espectáculo porque seguramente no es necesario que lo haga, pero para que sea disfrutable 100% os recomiendo que no llevéis unas expectativas muy elevadas (ya sé que me estoy contradiciendo después de todo lo que he dicho, pero a lo que me refiero es que no empecéis a imaginar en qué puede consistir. Dejad que la felicidad del momento haga su trabajo). Además, es necesario pillar un buen sitio para poder vislumbrarlo perfectamente y dejar que la magia de Disney os invada completamente.
Decir que 2 días después de mi visita pude leer que tan solo un día después de mi experiencia, el parque había decidido probar las famosas Light' Ears, otro añadido más que puede resultar un curioso efecto más al show.
Y hasta aquí mi review de Disneyland Resort París. Espero que la hayáis disfrutado tanto como yo disfruté de mi visita y disfruté mientras la escribía. Espero que haya resultado de ayuda a todos aquellos que deseen visitar el parque próximamente y desearos a todos los que tengáis planeado asistir al Halloween Voyage que podáis disfrutar del parque en toda su totalidad. Estoy segurísimo de que hará descubrir otro concepto nuevo de parque temático a todos aquellos que no han podido visitarlo nunca y hará volver a la infancia a todos los que vuelvan para repetir la experiencia.
Muchísimas gracias por leerme y nos vemos pronto! ;)