Una tarde cualquiera, decidí acercarme a la heladería Happyness Station para adquirir un delicioso y goloso gofre de chocolate (leches! me ha entrado hambre! hahaha). La amable dependienta me clavó un ojo de la cara por el gofre, y con el, me dió un peculiar utensilio para poder consumir dicho Gofre.
Y ahi estaba el Gofre, como hacía una temperatura de pocos grados sobre zero, veias como salia el humillo, olias el chocolate... vamos, una merienda perfecta, hasta que me dispuse a comenzar a comer el Gofre, a partir de ahi, comenzó mi pesadilla...
Parte 1: http://www.youtube.com/watch?v=gegafhWU5Rk
Parte 2: http://www.youtube.com/watch?v=rwPP2vXPqpA