Despertarse y saber que es el último día, siempre da pena. Pero este año, al menos para mi, era diferente. No me daba esa tristeza como años anteriores de ya se ha acabado, nos vamos cada uno a su casa y hasta el año que viene. ¿Quizá porqué aún nos quedaban cosas por vivir? La vuelta a casa todos juntos, el avióm...
La mayoría fue a disfrutar de las últimas horas de Europa Park, pero como nosotros ya habíamos ido un día antes, la entrada del pase ya la habíamos gastado, así que nos quedamos por el hotel felices pensando que podríamos dormir calentitos en la cama hasta las 12. Pero el check-out, como era evidente, era a las 10, así que desayunamos rápido, y nos quedamos con @edudito en la terraza, mirando fotos, y pasando el tiempo como pudimos, improvisando una cadena de montaje haciendo sandwiches para la hora de comer.
Llegó la hora de ir al Hotel Bell Rock, novedad de este año, y que tardaron solo 12 meses en construirlo, como nos contó un camarero español que había allí, y que al principio nos perseguía por todo el bar, supongo que nos escuchó hablar y quería acercarse a nosotros. ¡Debe hacer una ilusión enorme estar en un país extranjero y encontrarte paisanos que hablan tu idioma!
El Bell Rock es un hotel estilo inglès-colonial, con todo un hall repleto de sillones comodos, y un bar decorado al detalle, con su chimenea, una barra enorme en el centro, con una muestra de pasteles y bombones que de solo mirarlos se te hacía la boca agua. Además tiene unos jardines enormes y también muy decorados, con un lago central donde hay un oleaje, e incluso un espectáculo con chorros de agua, música... Que por la noche debe ser muy bonito.
Tomamos algo allí todos juntos, brindando por los voyages, y por todos los que van a venir. Tendríamos que haber tomado un te, cruzar las piernas, y contar cotilleos, aunque una coca-cola también se puede considerar bastante inglés. Bueno, no.
De allí ya nos separamos para ir hacia el aeropuerto, nosotros con un shuttle bus, y todos los demás con el bus común. Nos encontramos allí, para pasar los controles de seguridad, comprar cualquier porquería para poder comer, y a esperar a la salida del avión. Fue allí, en esa espera interminable (ya se sabe, es preferiblemente esperar en el aeropuerto 7 horas que ir con las prisas y perder el avión) que se nos ocurrió la idea de grabar las opiniones de los participantes cuando durmieran.
El caso es que nadie se dormía. Estábamos con más euforia que incluso el día que nos íbamos hacia allí. Y casi ya aterrizando, aprovechamos para entrevistar a los que estaban profundamente dormidos, video que podéis ver al final del movimiento pac halloween voyage.
Una vez ya en tierra firme, si que tocó la despedida oficial, aunque la gran mayoría íbamos hacia la estación de tren, hacia el centro de Barcelona. Y una vez allí, tocó la dispersión total. Sería curioso llevar un gps encima esos días, para ver en un mapa como de diferentes puntos de españa nos juntamos todos, y nos volvemos a separar hasta la siguiente.
Muchas gracias por todo a todas las personas implicadas en un Halloween Voyage, y por superarnos una vez más, y darnos la oportunidad de conocer más y más parques. Ya con saber que el año que viene vamos a ir todos juntos a Disneyland París, la magia de un Voyage sigue presente. Y es que es quizá esa magia que aportamos todos y cada uno, que hace que sea diferente visitar un parque solo que con todos vosotros.