Antes de nada, decir que para mí este y el siguiente blog serán los blogs más "normales" que haya hecho, simplemente porque reviews de PortAventura las hay a montones en esta web. Pero aún así, dividiré mi gran experiencia en dos partes: la primera, este, con la review de todo el día, y la segunda, dedicada únicamente a Shambhala (theming, sensaciones, y mucho más). Ese blog os gustará más que estos. Pero bueno, ¡empecemos!

Me levanté no muy temprano sin haber dormido demasiado pensando "Parque parque parqueeee" en un apartamento de Coma-ruga (es de mi tía, a 30 minutos del parque en coche). Almorzé, desperté al resto de miembros de la família que iban a venir (un total de 3 expedicionarios y conmigo 4) y les estuve dando prisa hasta que salimos de casa. Media hora de viaje después, llegamos al parque (ver a Shambhala por segunda vez -¡esperad al otro blog!- y todo lo que supone no lo explico hoy), aparcamos, compramos entradas, y entramos. Mi gran temor era que Shambhala estuviera cerrada, pero no fue así. Así que al entrar, cogí mi mapa, miré a mi alrededor y ví a bastanta gente. Fuimos andando, pasamos por el lado de Furius Baco pero había mucha cola. No subimos (raro), pero fuimos a comprar Express Max (el de la targeta). Para mí y mi primo mayor, el mismo pero con una primera fila a elegir...

Volvimos a Furius, pasamos de largo y cruzamos Polynesia hasta llegar a Purpurinalandia (creo que también se le llama Sésamo Aventura o algo así). Me empeñé en subir a Magic Fish, porque yo ya la había probado y me encantó. Total, que la primera atracción del día fue (raro raro) Magic Fish, y mi madre, mi hermana pequeña y mi primo mayor encantados. Les dije que se lo pasarían genial y así fue. ¡La mejor atracción del área después de Tami-tami! Al bajar, tenía muy claro por dónde teníamos que seguir: el área de Shambhala. Me lo reservo todo para el blog prometido, pero os diré que sí, monté en Shambhala con mi primo -utilizando el express- en primera fila (asientos exteriores, molan más), por primera vez. Ya os lo contaré todo. Bajamos, y fuimos directamente a Dragon Khan. Montamos en la última fila con el express y qué decir, tan genial como siempre. Lo que pasa es que si acabas de bajar de Shambhy y vas a Dragon Khan, te dará la sensación de que vibra mucho más. Pero genial como siempre, y más con el repintado. Mítico.

Seguidamente fuimos a El Diablo - Tren de la Mina a esperar que abrieran la atracción (la abrían a las 12). Mientras esperábamos comimos unos bocadillos de casa, y planificamos un poco la ruta a seguir al bajar. Abrieron, y montamos sin el express. Esta atracción nunca me ha terminado de gustar, pero está muy bien tematizada y es muy divertida. La mejor Mine Train de Arrow Dynamics que he visto. Al bajar fuimos yo, mi primo y mi hermana a Hurakan Condor y mi madre fue a dar una vuelta con el tren (lo cogió en Far West). Quedamos en Silver River Flume. En la cola de Hurakan (no había demasiada, 30 minutos) había un extintor medio abierto del que iba cayendo polvo blanco al suelo, pero al cabo de un rato vino un empleado y lo retiró. Hurakan Condor, igual que siempre. Excelente, pero corto. Mur corto. Mi hermana subió por primera vez y al frenar dijo "¿Ya está?". Pero me gusta mucho. Bajamos y fuimos a Silver River Flume pero mi madre aún no había llegado, la llamamos y nos dijo que fuéramos a otra atracción para no esperar tanto. Fuimos a Stampida.

Montamos en el rojo con el express, aunque tampoco había demasiada cola normal. Funcionaba únicamente con un tren en cada carril y tres operarios en total (uno en cada carril y el otro en el panel). Nos tocó en última fila, fue terrible. Nunca me había dolido tanto. No volvimos a subir en todo el día, ni siquiera en el azul. De verdad, Stampida es buena y divertida, pero por favor, que le pongan los trenes de antes o que contraten a GCI para que haga un re-track como hizo con Cyclone. Salimos, y ya teníamos muchísima calor. Llegamos a Silver River Flume y mi madre ya había llegado, así que montamos con el express (menos mal, porque en cola normal habían unas 2 horas de cola). Me encanta, es genial. Sólo le falta esa famosa montaña para rozar la perfección. Bajamos y fuimos directamente a Grand Canyon Rapids con el express. Genial también. Nunca me había mojado tanto en esta atracción, ¡y mira que he subido veces!

Dejada esta racha de atracciones aquáticas, pasamos por Mediterrània, mi madre y mi hermana fueron al bar de debajo de Furius Baco y mi primo y yo montamos en Furius con el express. Furius Baco, pese a que durante todo el día juraría que no tuvo ninguna parada y que sus operativas fueron buenas, tenía un mal aspecto. El preshow con sólo la pantalla de la izquierda funcionando, y las vibraciones más notables que la última vez que monté (en noviembre del año pasado). La diferencia entre el asiento exterior y el interior es enorme, de verdad. Pero aún así la disfuté muchísimo, mi preferida. Bajamos y nos encontramos con mi madre y mi hermana en el bar. Nos pedimos unas Coca-colas (por cierto, me gusta la nueva forma de hacer los pedidos, muy moderna y eficiente) y nos sentamos un rato a descansar y a planificar la ruta hasta la hora de comer (sí, comimos a las cuatro, jaja). Al cabo de unos diez minutos, nos levantamos y fuimos directamente a l'Estació del Nord. Montamos en el tren -¡casi no llegamos!- y nos bajamos en Sésamo Aventura (ver el Ampersand de Shambhala desde el tren es indescriptible). Dimos una vueltecica por el área y montamos -por capricho de mi hermana- en Mariposas Saltarinas (¡qué nombre!). Me gustó bastante, aunque para personas de mi edad ¡es un poco incómodo montar en el asiento de los niños! El problema de la atracción es que está mal situada... si se amplía el área que la recoloquen por favor, ¡así habrá un poco de espacio!

Para ir acabando la primera mitad del día y la primera de las dos partes de la review, fuimos a comer en Bora-bora. Nunca había comido allí y me hacía muchísima ilusión comer en la mesa que tiene vistas a la primera caída de Tutuki Splash. Y así fue, elegimos comida, pagamos y fui corriendo (bueno, iba con la comida) a esa mesa. ¡Era divertidísimo ver las barcas cayendo y provocando explosiones de agua mientras comías! Y además así te quitabas un poco esa sensación permanente de calor... El restaurante es muy bonito y la comida me gustó bastante (sobretodo esas patatas especiadas en forma de luna *acción de lamerse los labios mientras escribo*). Planificamos ruta y nos preparamos para la segunda parte del día.

¡Continurará!