El 'show' del Piolín subcontratado
El parque Warner anuncia el despido de 86 trabajadores y externaliza los servicios de sus espectáculos
En las películas que reproducen Jorge Gil y sus colegas de trabajo en el parque Warner la cuestión siempre está mucho más clara. "Ya sabes, están los buenos y los malos...", comenta el actor especialista, de 38 años. Fuera del escenario, el límite queda más difuso. La empresa ha anunciado el despido de 86 trabajadores de los alrededor de 500 de plantilla. La mayoría (unos 50) conforman el departamento de Espectáculos. El resto son de áreas menores, como Seguridad y Juegos. El motivo, dice una portavoz del parque, es "renovar" la cartelera de shows con una empresa externa a la que requerirán espectáculos "con más acción". La empresa sostiene que algunos de los afectados se podrán reenganchar. Los trabajadores denuncian que el despido colectivo esconde una maniobra para mantenerles "con unas condiciones mucho peores".
En síntesis, la historia de Jorge, Carolina Docando (30) y David Cid, de 35 años, se asemeja a los escenarios de la crisis que copan las páginas de los periódicos y las colas del paro en los últimos meses. La diferencia es el perfil de los afectados. Esta vez son los protagonistas de "la fábrica de sueños" ubicada en el municipio de San Martín de la Vega, una frase cursi con la que un político local definió el parque temático situado a 37 kilómetros de Madrid en su inauguración en 2002.
El trabajo de Jorge, de espalda generosa y brazos enormes, consiste en simular mamporrazos y escenas de acción a pocos metros del público. En su currículo, el papel de Mel Gibson en Arma letal, uno de los shows que Warner ya ha suprimido. Carolina es bailarina en el número de Siete novias para siete hermanos, entre otros. El espigado actor David Cid llevó collarín dos meses porque le cayó una caja en la cabeza durante un espectáculo y se hizo una fractura en la rodilla en mitad de otro. Gajes del oficio, dice. Lo que realmente le da miedo es quedarse sin ingresos. "El otro día pasé por la Oficina del Inem después de varios años sin pisarla, esas colas dan miedo...".
Los tres, como la mayoría de los afectados, tienen contrato de fijos discontinuos. Trabajan de marzo a diciembre y paran dos meses con el cierre invernal del parque. Cobran por horas (una media de 1.180 horas por año), con amplias oscilaciones en el sueldo mensual. Jorge, que tiene un plus por ser capitán de especialistas, cobra hasta 2.000 euros netos en los meses de julio y agosto, los de más actividad, y unos 1.000 el resto, según sus cálculos. La horquilla de Carolina oscila entre 1.000 y 1.500. Y la de Dani, entre 900 y 1.900. La empresa no ofrece datos de los sueldos.
Los tres hacen colaboraciones fuera para completar sus sueldos: de extras o especialistas en alguna serie de moda, en compañías de baile con giras mundiales... Pero "la base" es el parque, dice David. Para entendernos, el dinero con el que pagan sus hipotecas, el fijo en caso de aprieto. En el mundo de la farándula, aseguran, también hay crisis. "Ya sabes, el artista vive del aplauso del público, pero si no viene acompañado de euros...", reflexiona el actor que también es "bailarín, luchador, cantante" y lo que le echen. Los tres reiteran que son polivalentes, que han completado formación y currículo en su tiempo libre y con sus propios recursos.
El anuncio del despido les cayó como un mazazo el pasado martes. Un representante de Parques Reunidos (la empresa que compró el Warner de San Martín en 2007 y que también gestiona en Madrid el parque de atracciones, el zoo o Faunia) reunió al comité de empresa tras el cierre de la temporada y les comunicó el cambio de planes. Una portavoz de la empresa señala que la intención es "externalizar" el departamento de espectáculos para "dar un mejor servicio". "Un parque temático vive del show, pretendemos apostar por la acción la temporada que viene y vamos a buscar un nuevo equipo de creadores", según la portavoz. Añade que no todos los afectados por el cambio se quedarán sin trabajo. Parte de esa plantilla será recuperada por el nuevo equipo. La negociación empieza hoy con una reunión entre el comité de empresa y los directivos del parque.
Si el plan es cambiar solo la creación, según los afectados, sería "más justo" externalizar el servicio con una cláusula de subrogación, es decir, que los empleados pasaran a la nueva empresa en sus condiciones actuales. "Los necesitan pero no les garantizan el puesto ni la antigüedad. Lo que quieren es abaratar costes y masa salarial", defiende Manuel Rodríguez, enlace sindical de CC OO en el parque. "Es un intento de ERE que no vamos a consentir", añade. La empresa no facilita la cifra de la plantilla y evita hablar de ERE. El despido de 86 trabajadores sobre los 500 miembros que estima Comisiones superaría los umbrales del 10% de un Expediente de Regulación de Empleo, tal como establece el Estatuto de los Trabajadores.
El actor, la bailarina y el especialista aguardarán hoy frente a las puertas del parque la información de primera mano sobre la reunión. "Nos despiden a todos", decía Jorge Gil en su mensaje de una red social. "Esto no es una broma", dejó escrito junto a la fotografía en la que aparece vestido de surfista.