Ya que me puse a recordar, también pase 4 meses en la entrada del parque. Me gustaba bastante, ya que tienes muchos trabajos de contacto con el cliente, desde ser la primera persona que le vende la entrada del parking, al último que le dice "buenas noches", "gracias", "gracias a ustedes por venir". Desde ese día ya me sale sin querer la coletilla, a la que me digan un gracias... respondo con a ustedes.

Cuando me tocaba en la misma entrada recibiendo a los clientes, me encantaba, tengo grandes recuerdos, como en Halloween, que les comentaba a la gente "si ve a unos lobos con ojitos llorosos, no les intenten acariciar, que no ganamos para tiritas" (si en este momento sonaba un grito añadía, mirando al punto del sonido "te lo advertí". Mis compañeros se reían un montón, y yo me lo pasaba de miedo.  Siempre comentaba a mis superiores que lo primero que ve al entrar a PA y al salir del parque era a un trabajador, por eso mi manía de los zapatos limpios y saludar sonriendo. Para un cliente, es su primera y su última impresión.

Si te tocaba el parking... pues con tu silbato y a controlar que todo el mundo aparque en su sitio, es todo un punto ver como alguien cree que no lo has visto, de repente escucha el silbato y te ve señalando otra dirección, a veces salían corriendo y otras se disculpaba (pero las risas no te las quitaba nadie).

Otro sitio que te podía tocar, era el de las consignas, aquí el trabajo era a primera y última hora, ya que el resto del día solo vigilabas, y atendías a la gente que venía a por la rebeca, o por algo que quería coger de su mochila para no tener que ir con ella todo el día. (Aquí es donde dejábamos que los clientes que no tenían coche, dejaran la comida que no podían entrar, servicio de pago, pero necesario si no querías tirar la comida)

Una de mis posiciones favoritas era la "guardería de animales" o Kerner.  Lástima que no se amplíe este lugar para dejar las mascotas de nuestros clientes, ya que después de 17 años necesita una actualización urgente. De hecho, a un compañero le ofreció un cliente, 100 euros por llevarse el perro a su casa, mientras él estuviese en el parque, ya que no le gusto el sitio (él dijo que no podía hacerlo, el cliente insistió en que por la noche que se alojaba en el hotel que si lo podía cuidar... increíble).

Otro de los trabajos es despedir a la gente y si quieren reentrar ponerles el sellito, para que luego entren por la salida, y que no olviden tirar la entrada, ya que sin ella no podrán acceder.

También llevamos el tema del alquiler de los carritos de los pequeños y las sillas eléctricas. Más o menos como consigna, a primera y última hora es donde el trabajo se satura. Y el sistema de limpieza de los carritos dejaba mucho que desear, a ver si después de estos 5 años han comprado la vaporetta :-)

Esto ha sido un breve resumen de las posiciones de "parking y admisiones", espero que cuando vayáis al parque conozcáis un poquito más de sus entresijos.

 

Os dejo con la tira.