Cuenta la leyenda que existe un lugar donde puedes ser Indiana Jones, Robinson Crusoe, Jack Sparrow, Aladdin o cualquier gran explorador de la Era de los Descubrimientos. Cada rincón te sumerge en una nueva aventura. ¿Eres capaz de adentrarte en la frondosa y desconocida jungla de Adventureland?

Nosotros no íbamos a dejar esta zona sin explorar. Hay muchísimo por comentar y os aseguro que esta entrega es larga. Entramos en Adventureland por la Central Plaza. Ya sólo con la entrada la inmersión es magnífica. Quizás choca un poco al principio encontrarse con algo así tras ver Fantasyland. Ya tienes un concepto de lo que será el resto del parque: buenas atracciones con tus personajes más queridos. Es algo diferente, aquí es el theming el que juega el papel principal. Igualmente, Disney nos tiene preparadas varias sorpresas. La primera nos la encontramos al llegar a la plaza del Adventureland Bazaar. A mano izquierda, en un pequeño espacio que en muchos parques se habría desaprovechado. Estoy hablando de Le Passage Enchanté d'Aladdin.

Ya os comenté en la entrega anterior de esta review que el parque contiene varios pasajes sin colas. Pues bien, este es otro de ellos. De dimensiones muy reducidas, este paseo por el mundo de Aladdin y el Genio es muy agradable. No hay nada extremadamente destacable, pero os aseguro que hay miles de detalles escondidos. Contiene diferentes maquetas o dioramas y alguna que otra parte sorprendente. Si tenéis unos minutos y queréis apartaros de la multitud por unos instantes, Le Passage Enchanté d'Aladdin es vuestro lugar.

La sección arábiga contiene varias tiendas y puntos de restauración. Una vez salidos de ella, todas las posibilidades se extienden ante nosotros. Pero lo que más llama la atención es un enorme puente de madera y cuerda con un gran cartel. Sin pensarlo tres veces, lo travesamos y de golpe la duda nos corroe. ¿Qué camino tomar? Si no sabes por dónde seguir, debo felicitarte. ¡Acabas de entrar en Adventure Isle!

De buen comienzo os diré que esperaba muchísimo de esta isla. Había visto fotos y parecía impresionante. Pues bien, en vivo lo es aún más. La calidad temática se combina con la muy abundante vegetación creando una verdadera obra maestra. Es digna de perderse en ella. Pasamos más de 40 minutos deambulando por sus múltiples caminos, puentes y cuevas. Esta isla sólo tiene cuatro puentes para acceder a ella, pero está diseñada para que salir sea fácil. Destacan el puente colgante, el puente flotante, la gruta de Davy Jones, las enormes cascadas, y cómo no, el navío del Capitán Garfio y la gran roca calavera. También contiene La Plage des Pirates, una pequeña pero coqueta zona de juegos para los más pequeños.

Adventure Isle no sería nada si no fuera por la presencia de la vegetación. Hay muchísimo verde, y se agradece. Es una zona muy bonita, y sin embargo siempre te dejarás algún trozo por ver. Altamente recomendable durante el mediodía, cuando el resto de atracciones están llenas. Pero hay algo más en Adventure Isle, algo que destaca por encima de todo lo demás. Algo que se eleva por encima de toda la isla. En un árbol artificial gigantesco se encuentra la Cabane des Robinson. Es el elemento más impresionante de todo Adventureland. Resulta que la cabaña del famoso náufrago de Daniel Defoe es otro de los pasajes sin cola. El gran árbol se encuentra rodeado de rocas, cascadas, vegetación real y un magnífico theming.

Se accede al pasaje desde una pequeña plaza situada en pleno corazón de la isla, y se empieza a subir. Nosotros fuimos bastante despacio ya que yo no podía dejar de fotografiar detalles y vistas. En el pie del árbol hay tiendas de campaña y una gran rueda de agua. Empezamos a subir las escaleras de madera y vamos descubriendo rincones mágicos, cada vez a más altura. Vemos las diferentes habitaciones de esta gran cabaña y unos carteles nos explican lo que se hacía allí. Aunque para muchos no hacen falta ya que con la integración se sienten como el mismísimo Robinson Crusoe. Y eso es genial. Tras un pequeño zig-zag en la copa del árbol, empezamos a bajar. Pero no por eso el nivel temático es peor. Finalmente, salimos y nos encontramos otra vez en tierra firme. Tengo que decir que la Cabane des Robinson es perfecta de principio a fin. Nunca había visto una atracción de paseo así. Absolutamente imprescindible.

Al bajar descubres otra de las sorpresas con las que Disney demuestra que es Disney. Debajo del árbol podemos visitar Le Ventre de la Terre. No es nada del otro mundo, pero sólo por poder estar bajo las raíces del gran árbol que se ha ganado tu respeto, ya es razón suficiente para mí. Además, hay un agujero por el que puedes ver la superficie y parte del pasaje. La magia del lugar es muy extraña. Así que en esta ocasión citaré textualmente lo que Jivo escribió sobre este rincón en Bloggercoaster:

"Si entráis por cualquiera de los huecos que forman sus raíces veréis que hay un complejo entramado de túneles formados por robusta madera y roca, se trata de las entrañas del árbol que, en penumbra, nos reciben calurosamente junto con el silbido del aire al pasar por los recovecos e incluso, si tenéis la suerte de llegar al centro justo, escuchar el latido del corazón del árbol."

Para finalizar el análisis de la isla, os diré que con todo lo que he escrito, me quedo corto. Tenéis que vivirla. Pero aún me queda mucho por decir. Salidos de la isla, ya era hora de comer. Nos encontramos delante de Colonel Hathi's Pizza Outpost, así que entramos. ¿La comida? Buena, pero nada más. Está claro que el parque contiene restaurantes de niveles diferentes, así que no voy a quejarme. ¿El precio? Un poco abusivo. Pero estando en París, no nos quejamos demasiado. Lo que me gustó mucho es que los puntos de restauración también están genialmente tematizados. Más considerando que la mesa donde comimos estaba al lado del agua y la vegetación, y unos simpáticos patos nos acompañaron durante todo el rato.

Con las fuerzas recuperadas, es hora de montar en las otras dos grandes rides de la zona. La primera, un flume indoor. Estoy hablando de Pirates of the Caribbean. Una atracción que fue construida antes de que el nombre se convirtiera en una saga de películas. Esa es la razón por la cual no hay ningún animatronic de Jack Sparrow o cualquier otro personaje de ellas. ¡Aunque sí se puede encontrar al perro con las llaves de la cárcel! Situada tras la gran calavera de roca escupidora de agua, esta atracción tiene una gran capacidad, por lo que casi nunca tendrá más de media hora de cola. La tematización exterior es de un castillo, y las colas son oscuras y tenebrosas. Me encantó la enorme sala de la estación, donde uno puede pensar que es de noche en el Caribe aunque sean las doce del mediodía...

Ya montados en la enorme barca, empezamos nuestro recorrido. En la primera sección podemos ver a gente comiendo en el restaurante Blue Lagoon (uno de los más caros del parque), lo cual es extraño y divertido a la vez. Del resto del recorrido no voy a decir mucho. Tiene momentazos, un theming excelente y un gran ambiente. Cada sala está repleta de detalles originales y abundantes animatronics. En fin, una atracción sensacional que no os podéis perder. Pero debo añadir una última cosa. Si notáis que de repente el agua se oye más fuerte y la oscuridad os rodea, estad alerta.

Y ahora sí es el momento de hablar sobre la última atracción de la zona y de esta review: Indiana Jones et le Temple du Péril. Una montaña rusa que está situada en la punta más apartada de todo Adventureland y que impresiona por su faceta misteriosa. Se hizo de rogar, hay que decirlo. Llegué con Fast-Pass y estaba cerrada, y más tarde hice la cola normal. Al llegar a la plaza de la entrada, la coaster se muestra tenebrosa, desconocida e intimidatoria. El theming se integra a la perfección con el recorrido, creando la perfecta visión de un templo perdido. Es una fachada que entra por los ojos, tan cercana pero tan lejana a la vez. Espectacular, los Imagineers del parque vuelven a brillar.

Las colas empiezan después de pasar el fantástico cartel con el nombre de la atracción, y transcurren por una jungla espesa con vegetación frondosa. También hay varias tiendas de campaña y motivos de campamento y exploración. Un detalle que me gustó fue que detrás del Jeep demacrado hay una marca de ruedas que sigue montaña arriba hasta perderse entre la vegetación. Tras la sección de cola, ascendemos por unas escaleras de piedra coronadas por unas esculturas de cobras gigantes. Una vez arriba hay dos cosas que llaman la atención: el fuego y una roca en forma de arco. ¿Qué es? La gente que hace cola siente curiosidad. Y de golpe, un tren da una vuelta completa en ella. ¡Exacto! Es el loop de la atracción. La sorpresa de los visitantes se equipara a la maestría del diseño de la roca. Detalle made in Disney, sin duda.

Y entonces llegamos a la estación. El ambiente es bueno, me encantó que los Cast Members fueran disfrazados de exploradores (y por todo el resort van vestidos según la atracción). Subimos al tren. No me pareció muy cómodo, pero siendo Intamin, ya conozco sus trenes y lo que pueden hacer. Nos lanzaron y nos sumergimos en la historia. Realmente llegas a sentirte como Indiana Jones. Encaramos el lift, desde el cual se puede ver la totalidad del recorrido y el famoso loop. ¡Empieza la acción! El recorrido es bastante simplón pero efectivo. Lo mejor es el drop curvado y el consiguiente loop (con fuerzas G impresionantes). Pero gracias al theming, el viaje se convierte en una aventura. Encaramos una frenada muy brusca (un clásico en las coasters de Disney) y vuelta a la estación. ¿Mi opinión? Es una atracción intensa y original. El ambiente misterioso que desprende el templo maldito de la atracción es fantástico. Pero no se salva: tiene cierta brusquedad. No al nivel de Space Mountain, pero se nota. Sin embargo, se va a la posición 7 de mi Top 10 de coasters favoritas.

Y con la fantástica Indiana Jones et le Temple du Péril (en mi opinión, la mejor montaña rusa de Disneyland Park), terminamos esta muy extendida entrega. Adventureland me captivó por su esencia aventurera. Si lo pienso, es similar al espíritu que tenía Port Aventura en sus buenos tiempos. Me sigue pareciendo que le falta algo más. ¿Quizás la muy comentada dark ride de Indiana Jones? ¿Alguna flat hiper-tematizada? El debate está servido.

Adventureland me hizo sentir algo más que magia. Me transportó a través del mundo y del tiempo. Una zona preciosa en su totalidad, detallada y con una vegetación asombrosa. Hace honor a su nombre. Toca despedirse de la zona, pero no del espíritu aventurero. El paisajismo no ha acabado aquí. Se divisa una gran montaña en el horizonte. ¿Qué será? Sólo hay un modo de descubrirlo...