Buceando por internet he encontrado esta historia que desconocía por completo y que me ha sorprendido mucho. Por esta razón la comparto con todos vosotros. Mi intención es ofrecer una parte cada día. Así que pido y agradezco de antemano a los que ya la conozcan que no desvelen de qué atracción se trata hasta el final. Mientras tanto, disfrutad de las todas curiosidades que se detallan en las tres partes que componen esta historia.

Imaginad una montaña rusa tan increíblemente bestia que sus primeros pasajeros dijeron que "necesitarían una nueva columna vertebral". Imaginad que los comentarios sobre esta montaña rusa multimillonaria fueran tan negativos que los ingenieros se vieron obligados a reconstruir una parte del recorrido para intentar salvarla del desprecio universal. Imaginad que, a pesar de todos sus esfuerzos, el parque llegara a la conclusión que no había nada que pudiera hacerse para salvarla, desmantelándola tan solo unos años después. Parecerá surrealista, pero esta es la historia casi increíble de una de las montañas rusas de vida más corta y más mal recibida de todos los tiempos que, además, dejó cicatriz en uno de los parques más queridos en todo el mundo, Busch Gardens Williamsburg (Estados Unidos).

Pero antes de hablar de esta atracción, habría que echarle un vistazo a la historia del parque.

En sus inicios, los parques Busch Gardens empezaron como jardines concebidos como escaparate de las marcas de Anheuser-Busch (Budweiser, Michelob, Rolling Rock, Shock Top y otras muchas bebidas). En su día existían cuatro parques:

Los parques de Van Nuys y Houston cerrarían durante la década de los 1970 mientras que, con los años, los parques de Williamsburg y Tampa evolucionarían para convertirse en los parques temáticos que conocemos hoy en día.

Con dos temáticas completamente distintas, los parques experimentaron un gran crecimiento, sobre todo a partir de los 1990, y se hicieron únicos precisamente gracias a sus "similitudes". Estas similitudes se concretaron en forma de novedades aparejadas, una africana y una europea.

En 1976, en Tampa se estrenó una montaña rusa de acero amarilla de Arrow Dynamics (compañía hoy difunta que en los 1970 era un puntal tecnológico), Python, destacando sus dos sacacorchos. Dos años después, abría en Williamsburg Loch Ness Monster, otra montaña rusa amarilla, también de Arrow Dynamics, que esta vez tenía dos loops enlazados.

En los 1990, se estrenaron Montu (1996) y Alpengeist (1997), dos montañas Inverted coasters de Bollinger & Mabillard (B&M), ambientadas en Egipto y Alemania, respectivamente.

El siglo XXI se inició con otro par de atracciones, las Dive Machine de B&M SheiKra (2005) y Griffon (2007), con temática de animales, un ave de presa africano y una criatura mitológica.

En la década siguiente, abrieron Cheetah Hunt (2011) y Verbolten (2012), montañas rusas familiares multi-lanzamiento que enviaban a los pasajeros a través de las planicies africanas y la frondosa Selva Negra alemana, respectivamente.

Todavía hay otro par de montañas rusas complementarias. Pero hablaré de ellas más adelante.

Continuará…

Segunda parte de esta historia

Tercera parte de esta historia