Siempre te acuerdas de lo feliz o lo bien que lo has pasado, pero nunca te ves a ti mismo reflejado en esa felicidad. Esto es lo que me ha inspirado una de estas fotos, de la que apenas ni me acordaba.

Porqué Disney, ese lugar donde estábamos y en el que me encontraba hiperactivo, tenía, además de todos los personajes, atracciones y espectáculos.

El primer día, a la hora del desayuno, que estábamos tan tranquilos (o al menos yo, que por ese entonces aún no tomaba café) y de repente entraron en el comedor goofy y algún que otro personaje más, y fue dejarlo todo e ir corriendo hacia él con mi libreta de autógrafos. No sé donde debe estar esa libreta, ni si todavía existe, pero eso sí, la próxima vez que vaya voy a llenar otra. Que desayunaran con nosotros, casi cada día, un grupito de mascotas de Disney, era un placer, y hacía que pasara más tiempo haciendo cola para sacarme una foto con ellos que desayunando.

También, por las miles de fotos que he encontrado, y el sombrero tan gracioso de Goofy, he intuido, cosa que no me acordaba tampoco, que por ese entonces Goofy debía ser uno de mis personajes favoritos.

De las atracciones, me acuerdo de pocas cosas. Con seis años, en pocos sitios me podía subir... De lo que si me acuerdo es de entrar en Phantom Manor, después de ver algún reportaje por la televisión, pasar miedo y no entender nada en la primera sala, y pasarme todo el recorrido en vagonetas con la cara en la falda de mi madre, sin mirar y muerto de miedo. Sí, creo que desde ese día ya desarrollé mi miedo a las casas del terror, aunque no lo sea Phantom Manor completamente.

Recuerdo subir también en Big Thunder Mountain, y alucinar en lo que fue mi primera montaña rusa (¡quién lo diría!) donde también me agarré bien fuerte a quien tenía al lado, y ahora no me acuerdo si era familiar, o algún desconocido, pero ya se sabe, los niños a esa edad no tienen vergüenza. Incluso hoy en día también me pasa, que me distraigo con cualquier tontería y cuando me fijo le estoy hablando a algún desconocido de la calle, mientras con quien lo estaba haciendo se ha parado o está más adelante.

Y mientras mi madre subía a Space Mountain, que era "un tren que no tenía conductor" , (cosa que hizo que cada vez que nos subíamos al tren que daba la vuelta al parque, me fijara si lo conducía alguien o debíamos rezar por nuestras vidas) nosotros subíamos una y otra vez en una especia de planetas que daban vueltas que había por allí cerca, e incluso fuimos como a una especie de walk-show del ¿Capitán Nemo? ¿Puede ser? Salía como una especie de calamar por allí, y había una especia de almacén que parecía como si atacara alguna criatura de debajo del agua. No lo recuerdo muy bien.

El laberinto de Alicia en el país de las maravillas estaba cerrado, porqué esos días llovía mucho por las noches y estaba todo mojado. O eso me dijeron para que me callara. Así que lo sustituíamos por Dumbo, que aunque no me gustaba la película porqué la encontraba triste, era divertido dar vueltas por el aire. Estoy seguro que ahora doy dos vueltas, y ya estoy cerrando los ojos intentando no sentir las vueltas y la sensación de mareo.

Repetimos de todas las atracciones que podíamos repetir, empezando a tener un interés particular por aquella que era como un templo perdido, que la gente chillaba sin parar, pero ni tan solo me dejaron chafardear las colas. Ah, y tampoco repetimos Phantom Manor, ya sabéis a voluntad de quien, ya que como decía "hoy está cerrada".

Pero el momento más esperado también era la tarde-noche, momento en que salían todas las carrozas con los personajes de las películas por las calles del parque (lo que ahora sería el Main Street). No había día que, después de comer, ya empezara a preguntar por si salían ya, siendo de los primeros en esperar para poder verlas. Sin lugar a duda, la de Aladín, que fue la primera película de Disney que me llevó mi padre a ver, la de la Bella y la bestia y la de la Sirenita eran las mejores, al menos para mí. Como curiosidad, os diré que la primera vez que fuimos al cine fue para ver Aladín, era aún más renacuajo, y cuando se cerraron las luces, interpreté que ese espacio, con butacas cómodas, era para hacer la siesta, y te ponían la tele para que te pudieras dormir. Así que a la segunda vez que van a la cueva, yo ya estaba en otro mundo.

Y después de recordar la visita a Disney, mi primer parque temático, y que aparezcan recuerdos y experiencias que tenía ya olvidadas, y daros un poco la lata... ¿Alguien me lleva a Disney?