Hola PACos.
Hoy estoy de aniversario, y es que tal día como hoy, pero hace 12 años pise por primera vez PortAventura (por aquel entonces Universal Studios Port Aventura), ¿la razón? Un delfín.
De siempre me han encantado los delfines, y mis padres me quisieron llevar a verlos, pero había que elegir un destino: Madrid o Barcelona. He de decir que la primera decisión fue Madrid, pero por avatares de la vida, y viendo una cinta grabada, descubrí algo que me llamo la atención: un delfín aventurero. En ese anuncio se veía como podías viajar junto a un delfín bajo del mar mientras estabas en mundos de aventura. Mi reacción fue inmediata: "Mama, allí quiero ir". Mis padres ya me avisaron de que era una película, que no iba a nadar con delfines, "Me da igual, quiero vivir eso" les conteste. Y así empezó mi primer viaje al parque de las aventuras y mi primera inmersión en el Seafari.Convencer a mi padre fue difícil, no le gustaban mucho ese tipo de espacios lúdicos, además de que la playa nunca le ha gustado de por si, pero después de recoger folletos e información lo pudimos convencer con la ayuda de dos cosas: Far West y México, los temas que más le gusta en películas y libros. Así pues, y después de mucha planificación por parte de mis padres, el día 7 de agosto de 2000 llegábamos a Universal Studios Port Aventura, año en el que celebraba su 5º aniversario.
Mi primer recuerdo de aquel día fue en la Plaza de Taquillas, y es un recuerdo sonoro: el Himno del parque. Con solo oírlo aquel día ya dije: "esto va a estar muy bien". Aun se me pone la piel de gallina al escucharlo, y mas aun en el parque donde creo que la podrían aprovechar mas. Otro de los primeros recuerdos que tengo: la cantidad de obras que había (los hoteles, el aquatic, y Templo del Fuego, del que desgraciadamente no tengo fotos de aquellas vallas tan "aventureras" pero que recuerdo a la perfección). Compramos las entradas (3.500 pesetas) y para dentro.
Lo primero que hicimos nada mas entrar al parque fue mirar al infinito y contemplar las preciosas vistas, ahí mi padre, el mas reacio de los tres a ir, ya se empezaba a empapar de verdadera aventura. Y directos a Sea Oddisey. Que decir de Polynesia y su ambiente refrescante, y sobre todo de Tutuki Splash y aquel vapor que me dejo impresionado, pero una cueva con cataratas nos esperaba: el Institute Oceanique. Me quede perplejo por lo que había allí montado, mi padre dijo: "hombre, asi da gusto", y después ver a Octobot, mi primera experiencia animatronic que no es que lo pareciera, es que era real... y después de casi dos horas de cola entramos en el Seafari, y que decir de la experiencia, nadar junto a Sammy, tenerlo "vivo" delante mío y esa sensación de estar ahí dentro con los efectos de aire, agua, y movimiento. Salí con una lagrima en el ojo, y esa experiencia no la olvidare jamás. Pero quedaba mucho día de aventura, y el siguiente destino tenia que ser Far West, y nada mas entrar al área vimos un algo que no se me olvidara en la vida: Pluma de Águila, el mejor show interactivo con el publico que he visto en el parque. Montamos en Grand Canyon con muchas risas y mi padre satisfecho, y después a Silver River, donde aquí mi padre se empezó a impacientar: casi 2 horas de cola, que al final merecieron la pena (ya veis mi cara). A continuación nos dirigimos al Saloon, y mi padre no se podría creer lo que veía, lo que había visto en muchas películas delante suyo, y mientras hacíamos fila algo que no he vuelto a ver nunca mas en el parque: la Penitence Street Band. Se nos hacia la hora de comer y fuimos hacia Cantina, donde mis padres me hicieron ver dos veces el mismo show (les encantan las rancheras). Después Yucatan, Armadillos, Potrillos, y China, de la cual me quede enamorado. Impresionante, imperioso, espectacular y majestuoso Dragon Khan, por supuesto no había visto algo igual en mi vida, y aquella imagen se me quedo marcada para siempre, esas curvas, esos colores, ese sonido,... por supuesto no monte por edad y temeridad, pero no se me escapo Fumanchu ni lo que me dejo embobado: Sol de Oriente y esa avioneta que se empotraba contra la pared, lo que yo creo que fue la antesala de mi afición y devoción por el Cirque su Soleil. Pocos shows así se han hecho para un parque temático. Después partimos hacia China Baja y su área infantil donde cate todas las atracciones y donde fue la única vez que he montado en Tea Cups (salí muy mareado). Y nos dirigimos otra vez hacia Polynesia donde disfrutamos de un jovencísimo Paco Navarro y sus aves paradisíacas, y de Aloha Tahiti, donde salieron más contentos mis padres que yo.
Muchas mas anécdotas nos pasaron ese día, y lugares que vimos, pero el día llegaba a su fin, y el cansancio del primer dia de aventura hacia mella, así que nos fuimos hacia la salida no sin antes volver la vista atrás y volver a contemplar aquel lago que es la puerta a mundos de aventura y diversión. No pudimos ver Fiestaventura, pero en mi memoria siempre quedara la imagen alejándose de Dragon Khan mientras en el coche caía en los suaves brazos de Morfeo.
Volvería al parque 5 años después, año de Hurakan Condor y 10º Aniversario, pero lo que no me imaginaba es que aquella primera visita sentaría las bases de lo que soy hoy, de lo que realmente disfruto y que marco mi vida. Algunos me entienden, otros me respetan y unos pocos evitan opinar, pero lo que yo sentí aquel día, lo que viví y sobre todo, lo que hizo ese parque en nuestras vidas, solo yo lo se.
Así que desde aquel día, hoy, y para siempre, seguiré disfrutando de esos mundos: Mediterranea, Far West, Mexico, China y Polynesia; ya puede venir lo que venga y como venga porque aquel recuerdo de mi primer día en el parque no me lo quita nadie, y es algo que siempre me viene a la memoria cuando veo el logo de la que es mi casa.Solo me queda una cosa por decir: Larga vida al puerto de la aventura.